lunes, 11 de marzo de 2013

¡Hazte pintor!

          Para todos los amantes del arte, aquí van fragmentos de un documento preciso y conmovedor, como ninguno en la historia de la pintura. Se trata del epistolario que Vincent van Gogh mantuvo a los largo de dieciocho años con su hermano Theo, desde agosto de 1872 hasta su muerte, ocurrida el 27 de julio de 1890.
         En el testimonio se hace evidente el drama del encuentro con el arte, un oficio de vida contrapuesto desesperadamente a cualquier otro trabajo. A medida que se avanza en la lectura de la frecuente correspondencia entre el pintor holandés y su hermano, se avanza en una larga y apasionada confesión. 
          Y cuando te escribo: 'Hazte pintor', no es porque en el fondo crea que tu profesión actual no tenga un cierto atractivo. Pero pienso que es todavía mejor ser pintor, y desearía que pudieras trabajar en un estudio tuyo y no delante de una mesa de oficina. Es así. Estoy convencido de que allí, en tu estudio, se despertaría en ti algo que ahora desconoces: una gran fuerza escondida de trabajo y creación. Y una vez que esta fuerza haya sido despertada, lo será para siempre.
          Nunca podré decirte, a pesar de que cada día se presenten y se presentarán nuevas dificultades, nunca podré decirte cuan feliz soy por haber vuelto a dibujar. ¿Dibujar de la realidad, de figuras o del paisaje? ¡Es igual!

         Noto cada vez más que el dibujo de figuras es una cosa óptima que actúa indirectamente de manera positiva en el dibujo de paisajes. Si se dibuja un sauce como si fuese un ser viviente (y de hecho lo es realmente), todo el resto sigue con facilidad. Basta con centrar toda nuestra atención en aquel único árbol, hasta que consigamos infundirle vida.
La vigne rouge, 1888. Pintura al óleo, 75 x 93 cm. Museo Pushkin, Moscú.
Se dice que fue la única obra que Van Gogh vendió en vida

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.